¡Ay, las reformas! Siempre nos traen por el camino de la amargura ¿verdad? Y es que, a pesar de que a todos nosotros nos fascina la idea de estrenar casa (o habitación) nueva en cualquier momento, lo cierto es que el proceso de reconstrucción y reforma que suele requerir este cambio estético y funcional suele ser bastante tedioso ¡y caro si no tenemos cuidado!
No hay duda: lo más común a la hora de imaginarnos una reforma, ya sea por gusto o por necesidad, es que todos nos pongamos en lo peor, y sin duda alguna el baño es el lugar que más nos suele preocupar a todos. Pero, ¿por qué pasa esto?
Antes de lanzarte a planificar la reforma de tu baño (y a preocuparte por ello) te animamos a echarle un ojo a este artículo para que puedas apuntar los detalles más importantes a tener en cuenta y también puedas descartar los posibles problemas que seguramente ya tendrás en mente.
¡Créeme, con una buena planificación no hay reforma que dure más de 2 meses!
Motivos que nos hacen preocuparnos a la hora de reformar el baño.
Reformar el baño puede ser un reto bonito con un gratificante resultado, pero lo mires por donde lo mires, no deja de ser un reto para cualquiera de nosotros.
El baño es uno de los rincones de la casa que más solemos utilizar, ya sea para hacer nuestras necesidades, asearnos o para plancharnos el pelo ¡sin ir más lejos, podríamos afirmar que lo usamos más de 10 veces al día! Si además, ocurre que en la casa tan sólo disponemos de un baño, esto significará que mientras éste se encuentre en proceso de reforma no podremos usarlo todo lo que nos gustaría, lo cual acaba siendo un problema lo mires por donde lo mires.
Asimismo, existen más problemas además de el uso del mismo que nos provocan pensarnos dos veces el hecho de meternos en reforma, tales como los siguientes:
- Precio de la reforma.
La economía es una preocupación común en cualquier reforma, y en la reforma del baño no es un problema menor; la reforma podría implicar cambiar tuberías, instalar sanitarios, eliminar problemas de humedades y muchas más reparaciones que ya te avisamos que serán caras de por sí mismas.
- El tiempo de duración.
Como ya hemos dicho anteriormente, la duración de la reforma puede ser una preocupación, especialmente si solo tienes un baño en tu hogar ¡Todo esto puede estresar a cualquiera!
- Problemas estructurales.
Ya de por sí, existen posibilidades de que los obreros cometan errores o se equivoquen durante la reforma ¡pero esto no es todo! Por si fuera poco, también pueden surgir otros muchos problemas externos que entorpezcan el proceso: la presencia de moho, problemas de plomería o daños en la estructura del edificio. Lo peor de todo es que estos problemas pueden aumentar el precio y la duración del proyecto, así que ¡imagínate!
- Profesionales de calidad.
Encontrar y contratar a obreros y profesionales de confianza puede ser una de las mayores preocupaciones a las que nos enfrentamos; si el obrero no realiza la reforma adecuadamente, puede provocar problemas extra y por supuesto, aumentar el precio final de la reforma.
- Cumplimiento de leyes y códigos de construcción.
Asegurarse de que la reforma cumpla con todas las normativas y leyes puede ser una preocupación importante, ya que si por ejemplo, no cumplimos con la normativa de contaminación acústica a la hora de reformar el baño y nos denuncian los vecinos, podemos acabar pagando multas bastante caras (además de que nos pueden parar la obra).
Lo primero es lo primero: la funcionalidad antes que el diseño.
Antes de comenzar cualquier reforma, identifica tus necesidades y las de tu familia en términos de funcionalidad antes que pensar en la estética. Ciertamente, la mayoría de nosotros solemos pensar en lo bonito que quedará el baño con la decoración que más nos gusta en lugar de pensar en la funcionalidad del mismo, lo cual es un error que podríamos pagar con el tiempo.
Lo primero que debemos hacer es preguntarnos lo siguiente: ¿Qué aspectos del baño actual no funcionan correctamente? ¿Qué mejoras queremos realizar para que el baño sea más funcional en nuestra vida diaria?
Para ello nos preocuparemos de los siguientes aspectos:
- Distribuye y mejora el espacio disponible.
Analiza la distribución actual del baño y plantéate si hay cambios que puedan mejorar su funcionalidad. Por ejemplo, puede ser necesario reorganizar la disposición de los elementos como el lavabo, la ducha, la bañera o el inodoro para aprovechar mejor el espacio disponible.
- Ten en cuenta la accesibilidad en el baño.
Si tienes miembros de la familia con necesidades especiales (como personas mayores o con discapacidades) es importante tener en cuenta la accesibilidad del baño.
Para ello puede que sea necesario instalar barras de agarre, ampliar puertas, eliminar barreras arquitectónicas y en general, realizar cualquier modificación necesaria para poder garantizar su seguridad y comodidad en todo momento.
- Comprueba siempre las tuberías y la electricidad.
Antes de realizar cualquier cambio en el diseño del baño, asegúrate de que los sistemas de tuberías y electricidad estén en buenas condiciones y cumplan con las leyes pertinentes (recuerda que es importante abordar cualquier problema que pueda surgir en este contexto para poder evitar problemas en un futuro).
- No dejes de lado la ventilación.
Disponer de la ventilación correcta en el baño es fundamental para prevenir la acumulación de humedad y moho, por lo que tendrás que asegurarte de que éste sea la adecuada instalando ventiladores de extracción o ventanas que permitan la circulación de aire.
- Contrata siempre a profesionales.
Tal y como recomiendan los profesionales de Lopsa, es importante contratar siempre a profesionales cualificados y de confianza dispuestos a cumplir el compromiso de llevar a cabo la reforma de la mejor forma posible. Recuerda que un equipo de profesionales con experiencia en reformas de baños pueden asesorarte mejor que cualquier familiar o conocido, ya que además de reformar tu baño cuidarán otros aspectos durante la reforma como la funcionalidad del espacio o el diseño del mismo.