Consejos para elegir la inmobiliaria adecuada

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Elegir una buena inmobiliaria de cara a realizar una gestión para la venta o el alquiler el inmueble puede acabar siendo más complejo de lo que se piensa. No hay que olvidar que el sector inmobiliario va a por épocas y tiene algunas en las que es muy dinámico y otros en los que está más estático al haber menos actividad.

En la actualidad, vivimos un momento de bonanza y debido a ello la competencia es alta y creemos que es importante que tengas en cuenta todo lo que te vamos a comentar, antes de que hagas esta importante elección.

Confía en los agentes inmobiliarios

Los profesionales de romerplaya.es creen que en el sector no se ha sabido durante muchos años incidir a los clientes y en general en la opinión pública, a que realmente es un servicio en el que se debe contar con una buena formación y donde la reputación es realmente importante.

Lo bueno es que las anteriores crisis fuertes, como en el caso de la del 2008, terminó provocando que hubiese una limpieza importante y que al final quedaran los profesionales más reputados y que fueron capaces de capear el temporal.

Respecto a este tema, debemos pensar siempre que si con nuestro coche, cuando no sabemos arreglarlo o tenemos dudas al respecto lo llevamos al taller, lo mismo deberíamos hacer con un piso de no saber cómo ponerlo a la venta o alquilarlo. Para esto, entre otras cosas, está una agencia inmobiliaria.

¿Qué se tiene que pagar a la agencia?

Dependerá de cada agencia, puesto que se usará uno u otro método para la venta de la vivienda en un tiempo record, algo que va a depender de la propia experiencia o de los clientes que pueden tener.

Eso sí, lo que no debe hacer nunca una inmobiliaria es el cobro de la comisión antes de que se venda la propiedad en cuestión.

Conoce los precios

En este sentido, los precios que se van a imponer, en el caso de las comisiones inmobiliarias, no se regulan de manera legal, por lo que pueden ir variando del uno al cinco por ciento, ya que lo habitual está entre el tres y el cinco por ciento.

¿Cómo hacen la promoción de la propiedad?

Bastantes de ellas lo que hacen es publicar las viviendas en distintos portales españoles y de otros países, no aplicando ninguna clase de acción de marketing personalizada a dichas publicaciones, por lo que la venta se va a poder alargar bastante más tiempo. Esto hace que sea importante el saber los medios por los que se va a promocionar y la forma.

¿Son las inmobiliarias a la hora de la verdad semejantes?

Aquí debemos saber muy claro, no todos son iguales ni operan de la misma forma. Todo esto hace que se deba conocer muy bien la clase de público que comprará el inmueble. En este sentido, existen agencias que solo venden viviendas de lujo, por lo que si tu casa es de precio bajo o medio no te van a poder ayudar. Lo mismo podríamos decir a la inversa.

Los compradores deben ser cualificados

Hay que asegurarse de que la inmobiliaria en cuestión seleccione bien al posible comprador. No se debe permitir el llevar clientela en la que la financiación no se haya estudiado con anterioridad, o que las características de la vivienda no van a encajar en las necesidades o en los gustos de la clientela.

La necesaria adaptación a los horarios que tengan los posibles compradores

En este sentido, la parte que más interés va a tener en el cierre de la operación es el mismo propietario. Si se quiere vender, es necesario adaptarse a la propia disponibilidad horaria por parte de la clientela. El asesor se encargará de la gestión de las visitas con el propietario y también con el posible comprador.

La importancia de la paciencia.

La venta no deja de ser un arte, pero también una ciencia. Pensemos que vivimos un momento de sobreoferta en nuestro mercado, por lo que a lo mejor es probable que haya que hacer muchas visitas para la venta de la casa. Si ves que tardan, de primeras no pienses que están haciendo mal su trabajo.

Conclusiones

Como puedes ver, lo cierto es que elegir una inmobiliaria que trabaje bien no es fácil y necesita dedicarle un tiempo y no quedarse con la primera opción que veamos. Si vamos a la que esté más cerca o sea más económica sin mirar las opiniones o reseñas, correremos un riesgo mayor de no acertar.

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